Historia del Ballet
El Ballet nació a fines del siglo XV, en la cultura de la corte renacentista de
Italia, como una forma dancística de la esgrima.
Fue en Francia donde
se produjo el desarrollo del ballet, durante el reinado de Louis XIV, apodado
“Rey Sol”muchos de los ballets presentados en su corte fueron creados por el
compositor italiano francés Jean Baptiste Lully y el coreógrafo francés Pierre
Beauchamps, a quien se atribuye la determinación de las cinco posiciones
básicas de colocación, también surge
la necesidad de la profesionalización, el
ballet de corte francés se estrena como danza y espectáculo, por primera vez,
el 15 de octubre de 1581, en París, por el coreógrafo, violinista y
compositor italiano Balthazar de Beaujoyeux con su obra “El ballet cómico de la
Reina” que fue una
composición musical y coreográfica considerada el punto de inicio hacia el
ballet clásico y en 1661
Louis XIV crea la primera escuela de danza " Académie Royale de la danse” para maestros.
La danza empezaba a
configurarse como una disciplina profesional. En un primer momento solo los
hombres podían participar, y los papeles femeninos los realizaban estos mismos
disfrazados. Las primeras bailarinas aparecieron en 1681 en un ballet llamado
“El triunfo del amor”, pero con ropas gruesas y toscas la cuales les impedían e
incomodaban el movimiento además a partir de este año no se baila más en los
salones de los palacios sino que se presenta en teatros y con bailarines
profesionales. La técnica de la danza en este periodo, recogida por Raoul
Feuillet en su libro “Coreografía”, incluía pasos y posiciones todavía
identificables. Se desarrolló una nueva forma teatral: la ópera ballet, que
abarcaba el canto y la danza en una serie de danzas unidas por un tema común.
En 1720, Marie Anne Camargo
acortó las faldas y empezó a usar zapatillas sin tacón, para exhibir sus pasos
y saltos. Su rival, María Sallé desechó el corsé y se colocó túnicas griegas
para bailar “Pigmalión”; se fijan las famosas cinco posiciones primera,
segunda, tercera, cuarta y quinta-así como la mayor parte de la técnica que
actualmente se emplea, y de allí que aún hoy en todo el mundo el nombre de los
pasos, ejercicios y posiciones del ballet sea en francés.
El francés Jean
Georges Noverre, el más famoso defensor del ballet de acción, escribió cartas
sobre la danza y los ballets en las que aconsejaba utilizar los movimientos
naturales, sensibles y realistas. Noverre enfatizaba que todos los elementos de
un ballet debían funcionar armónicamente para expresar su argumento. Estas
cartas ejercieron una importante influencia en muchos coreógrafos
contemporáneos a su vida.
En 1831 el hombre es
un simple adorno o apoyo de la bailarina y para 1841 se inventa la zapatilla de
puntas y se estrena “Giselle”, obra cumbre del romanticismo y una de las bases
del ballet clásico, prueba de fuego de la bailarina que quiere ser estrella, la
danza sobre puntas sólo se utilizaban por momentos breves. Para el año 1855
Milán era un centro importante del ballet, allí Carlos Blasis crea la “barra” y
enseña a usar de ella a fin de facilitar el aprendizaje y perfeccionamiento de
la Danza Clásica. A partir de este momento el ballet perdió popularidad en
Francia sin embargo, se desarrolló en otros países europeos como Italia, Rusia
y Dinamarca. Entre ellos,
Rusia fue esencial para la expansión de la danza, debido a la popularidad
mundial que alcanzaron los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev. Marius Petipa
crea la coreografía de “La Bella Durmiente” 1890; el libreto de “Cascanueces” y
su asistente Lew Iwanow la coreografía cuando Petipa enferma y por último en
1895 ambos crean la coreografía de “El Lago de los Cisnes”. Las tres obras con
música de P. I. Tchaikovsky y piedras angulares desde entonces hasta la
actualidad en toda compañía de prestigio. Fokine retoma la línea de J.G.Noverre
en cuanto a la pureza de la danza y le imprime nueva energía al ballet de
Occidente. Sergei P. Diaghilev
reúne su famoso “Ballets Russes de Diaghilev” y los ballets presentados por
esta compañía así como el nombre y obras de los bailarines, coreógrafos y
músicos perduran en el presente en los principales teatros del mundo.
Durante el siglo XX,
el ballet continuó su desarrollo, mejorando las técnicas y variando en estilos,
hacia 1920 el ballet se extiende a toda Europa y América. Surge la danza
moderna, nace el ballet en Inglaterra. En la década del 40 se fundaron el
American Ballet Theatre, y el New York City Ballet en Nueva York. En la segunda
mitad del siglo XX, las compañías rusas hicieron representaciones en occidente
que produjeron un impacto enorme por su intensa expresividad dramática y su
virtuosismo técnico.
La influencia rusa
sobre el ballet es enorme: Rudolf Nureyev, director artístico del Ballet Ópera
de París desde 1983 hasta 1989, Natalia Makarova, Mijaíl Bartshnikov, director
del American Ballet Theatre desde 1980 hasta 1989.
El repertorio del
ballet actual ofrece una gran variedad. Los bailarines intentan constantemente
ampliar su nivel técnico y dramático. Nacen constantemente nuevos ballets que
son recreaciones de antiguos con montajes novedosos. La danza moderna, que ya
se había iniciado a finales del siglo XIX, comenzó a desarrollarse en EEUU y
Alemania entre los años 1920 y 1930. Los bailarines estadounidenses Martha
Graham y Doris Humphrey y la alemana Mary Wigman rompieron con el ballet
tradicional para crear sus propios estilos. Marta Graham desarrolla una técnica
tan codificada como la danza académica. A este tipo de danza se le conoce como
“Moderna o Contemporánea”, y si bien cabría mencionar a otros coreógrafos, ella
ha sido una de las personalidades del siglo.
Hoy, tiene una fuerte
influencia en la danza de concierto y se considera que los bailarines actuales
tienen habilidades técnicas muy superiores a los del pasado. El ballet es de
hecho un tipo de danza altamente técnico que requiere estudios y práctica
constante.